“Un poco más allá de una botella de vidrio” es un proyecto que nace de una serie de experimentos que hice en mi taller de Italia en febrero del 2006. Todo empezó cuando me pregunté qué podía pasar si fundía una botella de vidrio. El resultado fue una nueva forma, una botella plana. Me gustó mucho que este nuevo vidrio conservara en sí mismo algunas características de su origen y además se me presentó como un nuevo material lleno de posibilidades. Desde entonces empecé un juego muy divertido; buscar diversos objetos que pudieran crearse a partir de una botella.
Desde que he empezado este proyecto me he dado cuenta de muchas cosas. Mi mirada respecto a este objeto común, que había visto millones de veces, ha ido cambiando. Me he dado cuenta de cómo, con una mirada atenta a una forma tan sencilla como la de la botella podemos multiplicar su potencial. He descubierto que una botella es algo más que un contenedor.”
Así es como empezaba ya hace 10 años mi tesis para mi proyecto final de carrera del Master en Arte Arquitectura y Espacio Efimero que en 2006 me trajo hasta Barcelona. Me ha emocionado mucho volver a leer estos textos después de tanto tiempo. Y nunca hubiera pensado que después de 10 años ¡pudiera haber convertido esta experiencia en la trayectoria de mi vida!
Me vienen a la memoria muchos momentos bonitos, y llenos de emociones contrapuestas; este proyecto fue para mí una “aventura”: primero en la búsqueda de un taller donde trabajar, en un país que no era el mío y al que acababa de llegar.
Los orígenes de Lucirmás en 2006
Cuando llegué a Barcelona, encontré en la Fundació Centre del Vidre (una escuela preciosa que desafortunadamente ya no existe) un lugar donde realizar mis prototipos y a la vez formarme. Tuve la suerte de llegar justo cuando estaba abierta la matrícula para un curso sobre Diseño de Vidrio. Aproveché la ocasión y me apunté. Además, desde septiembre hasta marzo, cada lunes por la tarde, me quedaba en el taller de la escuela (después de las clases) para investigar sobre mi proyecto de reuso de botellas.
Esta fortuita coincidencia fue crucial para el desarrollo de mi proyecto; me permitió establecer bases sólidas para crear una verdadera línea de objetos y fue quizás una de los primeras señales que me ayudaron a encontrar mi camino.
Me interesó desde el principio jugar a transformar un objeto funcional en otros objetos útiles, alejándome una vez más del carácter decorativo del vidrio. Quería “re-diseñar” las botellas aprovechando sus características para crear formas diferentes. El trabajo que estaba a punto de empezar no era un verdadero “problema de diseño”; no empezaba por el papel sino desde la interacción con la misma botella, y tampoco se trataba de diseñar un objeto sino de buscarlo dentro de otro.
Dedicarse al upcycling es un trabajo creativo, que requiere una gran capacidad de abrir tu mente. En mi caso, durante mi periodo de investigación, me encontré con una frase que me ha ido acompañando desde entonces y quiero compartirla contigo porque para mí significó un punto de inflexión; la dijo el famoso psicólogo Edward Debono, en su libro Aprender a pensar en 15 días, publicado por Feltrinelli:
“Se trata de considerar las cosas no tan sólo por lo que son, sino también por lo que podrían llegar a ser. Generalmente una misma cosa puede ser examinada desde muchos aspectos, y a veces los puntos de vista menos obvios son los que se revelan más útiles. Nunca está de más, cuando se ha entendido una cosa por lo que es, profundizar en su examen para ver qué otra cosa podría ser”.
Como puedes ver, ha llovido mucho desde que llegué a Barcelona y senté las bases de lo que después se convirtió en Lucirmás. Mirando hacia atrás, ¡estoy tan orgullosa de todo lo que he conseguido! Sin duda, este post me da más ganas que nunca de seguir innovando y creando nuevos productos y posibilidades. ¡Pronto te traeré novedades!
Por último, quiero compartir contigo esta foto en la que aparecen los objetos que creé durante mi trabajo de investigación. Para este trabajo, la intención no era expresamente que los diseños fueran productos, sino que se trataba más de un ejercicio de imaginación, con lo que hay distintos niveles de elaboración. Lo que importaba es que estuvieran hechos a partir de la misma botella de vidrio.
Hasta pronto,
Lucía