Hoy te quiero hablar de Lagom, el arte de aportar armonía a todos los aspectos de la vida, desde una alimentación más natural hasta un hogar que emane elegancia y serenidad.
Lagom es un término sueco que no tiene una traducción real: significa algo así como “la medida justa es lo mejor” , es decir, que ni mucho ni poco; simplemente Lagom.
Lagom, o la capacidad de encontrar el equilibrio viviendo con lo justo
Una actitud Lagom consiste en tener una vida mucho más equilibrada y responsable contigo y con lo que te rodea: es un concepto que implica elegancia y conciencia. Esto no significa necesariamente privarnos de todo lo que nos rodea, sino tomar decisiones conscientes tanto para nosotros como para el medioambiente.
“Lagom no nos exhorta a rediseñar nuestras casas de manera drástica. A fin de cuentas, sería poco realista y caro. Lo que quiere es que nos preguntemos con sinceridad la razón de conservar un mueble o un objeto concretos, teniendo en cuenta que ocupan espacio”, explica Lola A. Åkerström en Lagom, el secreto sueco de la buena vida (Urano, 2017). Ella nos invita a “crear rincones de orden y felicidad” en el espacio que habitamos. De mezclar lo viejo con lo nuevo. El principio de sostenibilidad del Lagom nos incita a darle una segunda vida a los objetos a través del upcycling, e incluso a hacernos con elementos de segunda mano siempre que sea posible.
La filosofía Lagom apuesta por colores neutros para crear un espacio que podamos personalizar jugando con complementos textiles y diseños vivos. Y también objetos personales con fuerte carga emocional, para amplificar la sensación de sentirnos acogidos en nuestro hogar. Lagom opta por el uso de materiales naturales como madera, metal o vidrio, entre otros. Es un estilo de vida que toma consciencia de la importancia de reducir el gasto energético y de agua, que recicla, que no le van los excesos, que intenta reducir el impacto medioambiental. Todo se centra en vivir de una manera eco-sostenible sin cambiar por completo tu estilo de vida, sino aplicando pequeños trucos.
Lo que Lagom nos invita a crear es un hogar cálido que nos transmita armonía y felicidad siguiendo el principio del “menos es más”, invitándonos a que nos concentremos más en la experiencia que en las posesiones materiales. Esto produce una placentera sensación de libertad.
Por mi parte, te animo a que, por un momento, hagas el ejercicio de mirar tu casa con otros ojos y analices los muebles y objetos decorativos pensando: ¿qué emoción me produce este objeto? ¿Realmente lo necesito? Si no, ¿cómo puedo aprovecharlo para que me aporte la armonía y el equilibrio que quiero en mi casa?
Espero que, ahora que ya tenemos aquí la primavera, este post te inspire para dar una vuelta de hoja a tu hogar y a tu vida en general para sentirte más libre y en armonía con lo que te rodea. Yo ya estoy aplicando Lagom en mi casa y mi taller. ¡Pronto te mostraré el resultado!
Hasta pronto,
Lucía
Quisiera fotos de como decorar un estudio bajo el concepto sueco Lagum
Hola Raysa, te aconsejo la lectura de este libro: “Lagom: La receta sueca para alcanzar el equilibrio en tu vida” lo puedes encontrar con facilidad en muchas librerias españolas.
Un abrazo y mucha suerte con este nuevo proyecto.
Lucia
Hola Lucia!!
Te escribo para felicitarte, pues buscando referencias de emprendimientos eco-innovadores llegue a tus excelentes diseños, que además de aportar belleza y creatividad, son el resultado de que es posible transformar un desecho en arte.
Actualmente resido en Chile y estoy emprendiendo en una marca personal, usando impresión 3D, con filamento (materia prima) a base de maíz, lo cual es biodegradable y amigable con el ambiente… estoy iniciando y tu marca me entusiasmo mucho más. El emprendimiento se llama @3ding.ak, en instagram.
Gracias por trabajar con tanto amor tu idea y sobre todo por formar parte del grupo de personas que queremos generar ingresos ecológicamente viables.
Que continuen tus exitos 🙂
Mil gracias Katherine por tu mensaje! Me llenan de alegría tus palabras!! Te deseo todo lo mejor para tu nuevo proyecto. Sin ninguna duda sostenibilidad es Amor. Un fuerte abrazo desde España!