Como ya sabes, en Lucirmás somos 100% sostenibles. Por eso, nos gusta mostrarte trucos e ideas para ser más sostenible en tu día a día y volver tus hábitos más “verdes”. Hoy queremos hablarte del movimiento Slowfood y cómo puedes practicarlo en tu vida diaria con pequeñas acciones que no cuestan casi esfuerzo. Aquí te lo contamos:

¿Por qué Slowfood?

Slowfood es un movimiento que surgió en Italia en contraposición a la apertura de la primera gran cadena de comida rápida en este país. Sus fundadores pretendían educar a sus hijos sobre cómo comer de una manera sana y variada.

practicar slowfood en casa

Al contrario de lo que se pueda pensar, Slowfood no solo significa comer productos ecológicos: es una filosofía. No se trata solo de comer, sino de comer con tranquilidad, saboreando y experimentando los placeres de un producto bien cocinado y lleno de sabor. Otro de los aspectos en los que se focaliza el movimiento Slowfood es en recuperar y promocionar variedades de alimentos locales que se están perdiendo. Por ejemplo: cuando vas a un supermercado, te encontrarás como mucho dos o tres tipos de patatas: las rojas y blancas. Pero, ¿sabías que existen más de 15 tipos de patatas diferentes? Lo mismo pasa con muchos productos, pero están desapareciendo con la globalización. Esto no solo provoca que tengamos una dieta más pobre, sino que se pierdan matices de sabor y texturas en nuestras recetas que, en definitiva, son lo que hace a una receta única.

practicar slowfood en el día a día

Al igual que con las variedades, para el Slowfood tienen un gran peso los productos regionales. No es solo que sean únicos y deliciosos, sino también que forman parte de nuestra cultura y, como tal, tenemos que preservarlos y promoverlos, entre la gente que nos visita y entre nosotros mismos.

Para ser honestos, practicar Slowfood no es tan difícil: solo tenemos que ser un poco más cuidadosos seleccionando los alimentos y restaurantes a los que vamos y, por supuesto, ser conscientes de las ventajas de cocinar con estos productos. Aquí tienes algunos ejemplos:

Compra variado, ¡compra local!

Te proponemos un reto: trata de no comprar en el supermercado cualquier producto fresco o que puedas encontrar en un mercado local: verduras, carne, pescado, huevos, legumbres, frutos secos, especias… Te sorprenderá la variedad que encontrarás, que se cocina mejor (las legumbres se cocinan mucho antes, por ejemplo) y, por supuesto ¡el sabor no tiene nada que ver! El hecho de tener una persona de confianza que te recomiende también es una gran ventaja.

post slowfood lucirmás

Restaurantes Km0: ¡búscalos en tu ciudad!

Los restaurantes Km0 o con cocina de proximidad son aquellos que incluyen en sus recetas productos locales o de la zona. De esta manera, se consigue un buen producto apoyando a los comercios locales y, de paso, se contamina menos, ya que los alimentos no necesitan tanto transporte para llegar a su destino. Quizá pienses que, por ser Km0, estos restaurantes serán más caros, pero no tiene por qué: al no haber intermediarios, los costes se reducen. En España, famosos cocineros como Ángel León, los hermanos Roca, Yayo Daporta o Josean Merino abanderan este tipo de cocina.

restaurantes km 0 slowfood

¿Por qué no te animas a tener tu propio huerto?

Una buena manera de tener productos frescos a mano y practicar Slowfood es plantarlos tú mismo. Sabemos que depende del espacio que tengas en casa pero, aunque no tengas ni terraza, es muy fácil plantar hierbas aromáticas como perejil o cilantro en una maceta. Así, cada vez que las necesites, ¡las tendrás frescas sin tener que comprarlas!

cultivar plantas en casa practicar slowfood

Como puedes ver, el que no practica Slowfood, es porque no quiere. Acabemos con la comida rápida, ¡es la hora del Slowfood!

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